Circuncisión ¿si o no?
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En 1999, la
Academia Americana de Pediatría, estableció que no hay indicación médica que
justifique la circuncisión en un recién nacido. En el pasado se creía que
la circuncisión era necesaria para:
-
Una mejor higiene: Esto no es cierto ya que el cuerpo humano al
evolucionar ha mantenido el prepucio, pues éste tiene unas funciones muy
importantes. Veamos algunas:
a.
Función
Protectora -
El prepucio
mantiene el glande suave, húmedo, sensible y limpio. Produce substancias
protectoras antibacteriales y antivirales siendo la primera línea de defensa
del área genital.
b.
Sensibilidad
- Tiene una gran cantidad de nervios que pueden ser tan sensibles como los
labios de la boca.
c.
Función
Sexual
- El prepucio tiene la suficiente piel para cubrir el pene durante la
erección facilitando movimientos suaves y delicados durante el acto sexual.
-
Evitar el cáncer del pene: este cáncer es extremadamente raro (1 de
cada 100,000) por lo tanto no es necesario hacer una cirugía como método
preventivo.
-
Evitar infecciones de orina: las infecciones de orina pueden tratarse
con medicamentos y no es necesario el uso de cirugía para evitarlas.
-
Evitar enfermedades sexualmente transmitidas: se ha comprobado que la
mejor forma de evitar enfermedades sexualmente transmitidas es a través de
la educación. Un varón circuncidado no está exento de padecer estas
enfermedades.
¿Tiene riesgos la circuncisión?
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Sí los
tiene. Como cualquier otra cirugía la circuncisión es riesgosa. Algunos
riesgos y consecuencias son:
-
Sangrados y hemorragias
-
Infecciones
-
Complicaciones con la anestesia
-
Fallas quirúrgicas, incluyendo la pérdida del glande y hasta la
pérdida del pene entero
-
La muerte
-
Muchos hombres circuncidados sufren de lo siguiente:
-
Cicatrizaciones extensas
-
Pedacitos y adhesiones sobrantes de piel
-
Sangrado en la cicatriz de la amputación
-
Curvatura del pene
-
Erecciones ajustadas y dolorosas
-
Impotencia
Todo hombre
circuncidado pierde algo o mucha de la sensibilidad en el glande y toda la
sensibilidad del prepucio. La circuncisión podría tener riesgos y
complicaciones hasta ahora no reconocidos ni entendidos.
¿Cómo cuidar
los genitales del bebé no circuncidado?
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Según la
Academia Americana de Pediatría el cuidado del niño no circuncidado es
fácil: “déjelo solo”. Se limpia externamente, nunca debe retraerse el
prepucio de un infante ya que éste suele estar pegado al glande y esto es lo
normal. Si forzamos el prepucio hacia atrás, podemos hacerle daño
causando dolor, sangramiento y posibles cicatrices. La separación
natural del prepucio puede ocurrir después de varios años.
Cada niño es
diferente aunque en la mayoría se le retraerá alrededor de los cinco (5)
años. Si tarda más, no debe preocupar, ya que en algunos se demorará hasta
la adolescencia.
Si se retrae
el prepucio forzadamente puede causar dolor y además otros traumas.
-
Desgarrar o romper (separar) el prepucio del glande deja una herida
abierta que puede conducir a infecciones
-
Cuando las superficies abiertas están juntas pueden pegarse y así
formar cicatrices entre el prepucio y el glande mientras sanan.
-
Roturas pequeñas pueden formarse en la abertura del prepucio al
sanar, causando así el crecimiento de tejidos cicatrizados sin elasticidad y
la posibilidad de una fimosis (prepucio que no puede retraerse porque el
orificio es demasiado estrecho para abrirse sobre la cabeza del
pene)“adquirida”.
-
El prepucio puede quedarse detrás del glande (parafimosis).
Exprimiendo o apretando el glande, por lo que debe regresarse el prepucio
otra vez a su lugar lo más pronto posible.
Algunos
padres piensan que deben circuncidar a sus hijos para que se parezca a su
papá, a sus hermanos o a sus amigos mayores. Debe explicárseles
sencillamente que cuando nacieron su papá y sus hermanos, se creía que la
circuncisión era importante para la salud. Ahora sabemos que no es así.
Dile no a la circuncisión.
Colaboración:
Dr. Mario Ramírez-Carmoega, Pediatra, Educador en Lactancia ©2006